lunes, 13 de mayo de 2019

ENCICLOPEDIA TERRÁQUEA IV: Los trabajos de la Tierra

DOMINGO

Aunque había conseguido algún dinero para pagarle el primer alquiler a Ismael, pronto me quedaría sin una peseta, así que decidí buscarme trabajo. Ismael me dijo que podía hacerme un hueco en su trabajo, pero él trabaja fabricando muebles y eso no es lo mío. Así que un día salí a buscar ofertas.

Estuve como 3 horas indagando por ahí y no encontré nada. Busqué en unos lugares muy raros llamados bancos, hospitales... pero me dijeron que no porque no sabía como era el trabajo. Eso era cierto. No sé, me imaginaba que era algo así como el Zara, pero me informé en el libro de G78 y resulta que hay que tener formación profesonal. Cuando volví a casa Ismael me preguntó si hubo suerte y le respondí que no. 

Estaba frustrada. Cada vez se acercaba más el día de pagar el piso e Ismael me tendría que echar, así que para relajarme me fui a la cafetería que hay enfrente de mi edificio a tomar un café con un donut glaseado. Es una de las cosas que no hay en mi planeta y cada vez soy más adicta. Entonces miré la puerta y vi un cartelito que ponía: "se busca personal". Sabía que eso significaba que había un trabajo libre, así que me acerqué a una chica rubia que atendía un mostrador lleno de dulces.


Resultado de imagen de composición de dibujos animados de mostrador con dulces

Esa chica era todo lo opuesto a mi físicamente. Ella era rubia y de pelo liso, delgada, de una estatura normal, aunque tirando a baja y de ojos verdes. Yo en cambio tenía el pelo negro y ondulado, soy algo gordita y bastante alta y ya sabéis que, como buena costonera, tengo los ojos color violeta. Me acerqué a ella y le dije:

-Hola, quiero el puesto de camarera.

-Hola. Eso no es cosa mía, se lo tiene que decir al dueño de la cafetería.

-¿Y dónde esta ahorra?

-¿Ahorra? ¿De que planeta eres?-dijo con tono burlón.

-De Costone…ejem, de Boston, no he aprendido muy bien el idioma.

-No tienes acento inglés

-Es que... mi padre es belga. ¿Me dices dónde está el dueño?

-Sí. Tras esa puerta.

-Gracias.

No tuve que discutir mucho con el dueño, porque al parecer la gente tiene más interés en que le atiendan que en atender a los clientes. El sueldo no era una maravilla, pero tenía suficiente.

Al salir, la chica rubia me miró con aire interrogante.

-¿Qué? ¿Hubo suerte?

-Sí, consejí el trabajo.

-Me alegro de que lo consijieras. Por cierto, me llamo Julia.

-Yo soy Z121 digoo… Lucía.

-Mmmm… ¿Z121? ¿Qué escondes, Lucía?

-Nada. Absolutamente nada. De veras- dije nerviosa.

-Ya veremos... Bueno, yo ya me tengo que ir. Si quieres vamos a dar una vuelta.

-Vale.

-Por cierto, me encantan tus lentillas. ¿Dónde las compraste?

Paseamos por las calles hasta que se hizo de noche. A veces la pillaba mirándome fijamente. Mi sexto sentido me dice que no me creyó mucho, ¿pero quién le dice que vengo de otro planeta? Me tomaría por loca...

Cuando volví a mi piso compartido, Ismael estaba esperándome con un plato de sopa en la mesa.

-¿Conseguiste trabajo?

-Sí, mañana comienzo a trabajar en la cafetería Victoria.

-Mejor, porque si no te tendría que echar y no me apetece nada.

Así que mañana empiezo a trabajar... Nunca antes lo había echo y se me antoja raro y cansado, pero supongo que no hay más remedio... A ver como me va.

                                                             ***********
Sigo teniendo pesadillas, pero esta vez no es solo una imagen negra. Ahora veo una habitación oscura, donde hay un espectro negro. Ese espectro se acerca... se acerca... me agarra el brazo. Intento zafarme, pero es imposible... Ya siento su aliento sobre mi piel. Estoy completamente inmovilizada. Veo sus ojos violetas, pero con un vacío en su interior, su boca de dientes negros, su capa del color de la noche. Conozco esos rasgos: es un costonero maligno. Intento gritar, pedir auxilio, pero su mano fría y rugosa me tapa la boca. Quiero morder, sacudirme, pegar una patada, pero su mirada hipnótica me impide realizar cualquier movimiento. Veo que saca su moderna pistola, que puede fulminarte de todas las maneras posibles, pero la mas cruel de todas es la modalidad "cenizas olvidadas" Te conviertes el polvo, nadie se acuerda de ti, tu voz es solo un eco olvidado que de cuando en cuando resuena en los oídos de tus seres queridos... Va a apretar el gatillo, y yo solo podré rendirme a los pies de la Parca... Entonces la puerta se abre con un estruendo y los guardianes de violeta entran violentamente en la habitación, disparando contra el espectro... sin querer rompen una ventana, no aciertan a darle al costonero maligno. El espectro coge una rabieta y me dispara... me da en el brazo y caigo semiinconsciente. Solo acierto a ver como el espectro sale por la ventana... poniendo en peligro a todos los humanos. Oigo una voz, una voz que conozco muy bien, la voz del espectro: "Margarita... Margarita..." Solo acierto a ver como un guardián violeta me coge en brazos y murmura: "Está grave..." Entonces caigo en un sueño profundo, pero tranquila, porque nada temo más que la muerte...

Firmado,                           Z121 (o Lucía)



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