sábado, 17 de noviembre de 2018

ENCICLOPEDIA TERRÁQUEA I: Viaje de estudios a la Tierra.

INTRODUCCIÓN PARA TERRÍCOLAS

Mucha gente da por echo que un diario lo escribe una costonera cursi que cuenta sus amores, sus desamores, lo guay que es esta chica o lo pardilla que es esta otra. Quizá tengan razón en algunos casos, pero el mío no lo es. El mío es un diario que no es cursi (¿cómo se dirá? ¿Incursi? ¿Descursi? ¿Anticursi? Aún no domino el lenguaje humano). Tampoco sé si a esto se le puede llamar diario. Es más bien una enciclopedia sobre la vida de los humanos, con mis experiencias... 

Me llamo  Z121. Pero ahora, como vivo en el planeta azul, me han cambiado mi precioso nombre por uno verdaderamente extravagante: Lucía. ¿Habéis oído alguna vez un nombre semejante? Yo, desde luego, no. En mi planeta a los habitantes les dan unas letras y un número por nombre (mi madre se llama Y726), y eso para mí es lo normal. El sistema para poner nombres es más sencillo que en la Tierra. Al primer bebé de un planeta le corresponde la primera letra del abecedario y el primer número: A0. Según va aumentando la población del planeta, se les pone el siguiente número: A1, A2, A3... Hasta llegar al A100. El siguiente bebé se llamara B0. Cuando ya se han puesto todas las letras del abecedario 100 veces cada una, en vez de saltar a otra letra al llegar al número 100, lo hacen en el número 200. ¿Lo pillas? Es práctico porque así no perdemos tiempo pensando nombres.

Han pasado muchas generaciones de Costoneros (el gentilicio de mi planeta, Costoneracia) hasta que yo nací. NOTA: a los extraterrestres nos soléis imaginar verdes y con tentáculos, con un montón de ojos.



Suponéis que llevamos una moderna pistola láser que hace que os convirtáis en perritos calientes. MENTIRA. Esos son los extraterrestres malignos. La mayoría de los habitantes de otros planetas son iguales a vosotros, excepto en el color del iris, que es diferente según la raza. Los costoneros lo tenemos de color violeta. Si alguien tiene un color de iris fuera de lo común, es un extraterrestre.

Igual que en la tierra, los costoneros van al colegio cuando son pequeños y luego tienen que estudiar una carrera cuando cumplen 18 años (en Costoneracia los años se miden de otra manera: una década para nosotros es un año, pero crecemos como si de verdad tuviéramos 9 años menos, no sé si me entiendes). Al llegar a los 18 años, yo tenía que elegir qué estudiar, y me dediqué a el Estudio de Planetas Extracostoneros (como  Planetas extraterrestres, para que me entiendas), y había un planeta en concreto que me fascinaba: Anginosias. Decidí partir hacia allí por teletransporte (por mucho que digáis los humanos, los extraterrestres no tenemos platillos volantes. Pero tenemos coches voladores para viajar por la galaxia, pero no son muy útiles porque son demasiado lentos). Me llevé conmigo un cuaderno grande para plasmar en él mis conocimientos y un libro titulado: "Por donde hacer turismo en planetas extracostoneros", por G78 

El teletransporte consiste en ponerte sobre una plataforma de piedra y decir el sitio al que quieres ir. Hay que tener mucho cuidado de que no esté rajada, porque entonces te teletransporta a sitios totalmente diferentes que al que quieres ir. Y eso me pasó a mi. No nos dimos cuenta de que estaba rajada y en vez de teletransportarme a Anginosias... ¡Me teletransportó a la Tierra!

Ahora mismo estoy encerrada en un hotel estudiando el idioma. Me ha mandado ha España, que es un país o algo así. En Costoneracia no hay paísas (¿O se dice paísos? ¿O países? No tengo ni idea), y por eso me hago un lío con este planeta. Tendré que estudiar España en vez de Anginiosas. Maldito teletransporte.

Me ha sorprendido ver que la Tierra es un planeta muy subdesarrollado. 



No tienen coches voladores, ni monos metalizados que en una guerra te hacen invencible. En las tiendas de la Tierra, para llevarte algo, tienes que hacer una cosa llamada "pagar", que es dar unas cosas de metal y unos trozos de papel a cambio de algo que te es útil. En mi planeta hay tiendas de las que te puedes llevar cosas sin hacer eso de "pagar". En algunas tiendas le das objetos a cambio de la cosa que quieres obtener. Y todo el mundo vive feliz. En la tierra todos parecen unos viejos amargados.

Me llame Z121, Lucía o lo que Dios quiera (en mi planeta tenemos al Dios Abcd70, pero a diferencia de los terrícolas, nosotros podemos hablar con él para que nos solucione los problemas), tengo que iniciar mi investigación sobre este extraño planeta. Volveré a escribir cuando sepa algo...

Firmado,
Z121 (O Lucía)

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